Nuestro futuro aumentado por la IA

A medida que la humanidad ha ido avanzando, hemos creado inventos cada vez más ingeniosos que ahorran trabajo, desde el humilde arado hasta la máquina de vapor, pasando por la, aparentemente, de nuevo humilde Roomba. Como se insinúa en el último ejemplo (y para los más avispados, en el título), la IA podría ser el invento que acabe con todos los inventos (hechos por el hombre).

Una rápida definición e historia

Los principales estudiosos de la "Inteligencia Artificial" utilizan el término para referirse al campo de estudio: "Agentes inteligentes: cualquier sistema que percibe su entorno y realiza acciones que maximizan su posibilidad de alcanzar su objetivo". Esta definición también facilita la diferenciación entre IAs y Algoritmos, ya que un Algoritmo no percibe y no tiene la capacidad de actualizar su comportamiento de forma natural.

La IA ha tenido una larga, aunque no del todo ilustre, historia. Ha habido múltiples proyectos de investigación en los que no se cumplieron las promesas y, por tanto, la financiación y el talento abandonaron el campo. Poco después de la década de 1950, la gente creía que sería posible crear una máquina totalmente inteligente. Por desgracia, tanto la potencia de cálculo como la cantidad de datos disponibles en aquella época eran increíblemente limitadas y, por supuesto, otros problemas acosaban a los proyectos individuales.

La falta de progreso hizo que se agotara la financiación, que en su mayoría procedía de institutos y agencias gubernamentales. Sin embargo, con el nacimiento de Internet a principios de la década de 1990, la comunicación entre colegas se hizo mucho más fácil y, como tal, muchos paradigmas e ideas modernas brotaron en esta época, y a finales de la década de 1990 comenzaron a crecer las raíces de los sistemas modernos de IA.

El desarrollo de la IA no es muy diferente al desarrollo de la fusión nuclear, ambos tienen el potencial de revolucionar completamente nuestras vidas y ambos han tenido un arduo camino para llegar a donde han llegado hasta ahora.

Datos, datos más allá de su imaginación

A medida que las empresas acumulan más datos, resulta cada vez más difícil hacer inferencias útiles a partir de ellos. En ningún lugar es más evidente que en el sector de las ciencias de la vida en los últimos años; con el COVID llegó el aumento de los preprints y los servidores de preprints, y con tal exceso de datos e información se produjeron una serie de malentendidos debido a la incapacidad de procesar los datos adecuadamente.

Para poner las cosas en perspectiva, en 2020 Facebook reunió 4 petabytes (1 petabyte = un millón de gigabytes) de datos cada día y 44 zettabytes (1 zettabyte = un billón de gigabytes) se almacenaron en la nube(1). Google procesa más de 20 petabytes de datos cada día.(2)

Una pareja hecha en el cielo

Sin embargo, ahora que tenemos tanto volumen como calidad de datos , si se registran adecuadamente y se procesan con eficacia, podemos utilizarlos para hacer predicciones reales, desde el mercado de valores hasta la predicción de los productos químicos que tendrán un efecto deseado.

La IA y los datos tienen una relación interdependiente, sin cantidades copiosas de datos nuestras IA no serían ni de lejos tan buenas como son, pero sin la IA nunca podremos dar sentido a todos los datos que tenemos ahora y que procesaremos en el futuro. Novartis utiliza la IA para predecir los componentes no probados que los investigadores deben explorar para encontrar nuevas curas.(3)

Asistentes

Los asistentes de IA son agentes capaces de realizar una tarea o un servicio con cierto grado de inteligencia a partir de una orden o una pregunta. Existen muchas formas con diversas funciones, desde Alexa de Amazon hasta Siri de Apple.

Se diferencian de los menús telefónicos automatizados que se utilizan para dirigir una llamada al departamento correcto, ya que aquellos no tienen "cierto grado de inteligencia".

Los asistentes de IA suelen ser capaces de conectarse a Internet, lo que significa que los dispositivos que están hechos puramente para albergar el asistente de IA (por ejemplo, Amazon Echo) son dispositivos IoT (Internet de las cosas), y como tales son capaces de responder a una amplia variedad de preguntas, ya que simplemente pueden extraer la respuesta de la red, lamentablemente esto no puede decirse de tareas específicas, ya que no hay una manera fácil para que un altavoz hornee un pastel.

Hay una razón por la que las grandes empresas están gastando mucho dinero en la creación de asistentes de IA (Google había gastado 3.200 millones de dólares en la adquisición de Nest Labs, la empresa que está detrás del termostato inteligente), ya que las IA son la única estructura que puede adaptarse con el tiempo, sin intervención directa del exterior.

Un ejemplo a pequeña escala de este proceso es la función de autocompletar/autocorregir, en la que no es necesario escribir toda la palabra o incluso escribirla correctamente en el teléfono para que el asistente sugiera una palabra o una corrección. Esta información puede ser transmitida a la empresa, lo que le permite actualizar y mejorar la IA básica y predeterminada del asistente.

Por supuesto, las empresas deben ser éticas con todos estos datos, por ejemplo, asegurándose de que los datos se transmiten de forma segura y manteniendo al usuario bien informado, un descuido en esto ha llevado a muchos escándalos y puede conducir a la insatisfacción de los usuarios, lo que finalmente conduce a una pérdida de retención de clientes.

El futuro

Es imposible predecir lo que nos depara el futuro, pero a medida que la potencia de cálculo siga aumentando y la gente lleve una vida más digitalizada, las capacidades de nuestras IA seguirán creciendo y nos harán la vida más fácil.

La IA es más que una tecnología singular, cada una tiene una arquitectura única y los datos utilizados para entrenarla también tienen una enorme influencia en el resultado (algo parecido a la naturaleza y la crianza en los humanos). Al igual que el trabajo y las decisiones tomadas a finales del siglo XX han transformado nuestras vidas en la actualidad, las decisiones que se tomen hoy afectarán a los resultados de muchas generaciones futuras.

Si alguna vez somos capaces de hacer una IA general tan inteligente como un humano, entonces no sólo será nuestro último invento, sino que será el único invento que haga inventos.